Gabriela Ferrucci y los efectos de la coyuntura económica en el sector hotelero

La Asociación de Hoteles de Turismo de la República Argentina (AHT) es una organización sin fines de lucro con amplia trayectoria, reconocimiento y presencia en todo el territorio nacional, fundada en febrero de 1977. Agrupa y representa a los hoteles más importantes del país distinguidos por la calidad de sus instalaciones y la excelencia de los servicios brindados a sus huéspedes. La actualidad del país, naturalmente, no la deja al margen de problemáticas sensibles. Sobre el escenario y posibles soluciones fue el diálogo de turismo180grados con la titular de la organización, Gabriela Ferrucci.

“Como muchos saben, la AHT es la Asociación Hotelera de turismo que representa principalmente a hoteles de 4 y 5 estrellas en distintos destinos del país y hoy nos convoca en parte la realidad de la actividad hotelera en un escenario compartido a nivel nacional. Pero bueno, nosotros hablamos de nuestra actividad, que es la que conocemos”, expresó inicialmente Ferrucci.

¿Cuál es el nivel de preocupación que hay específicamente en el sector por la coyuntura?

Lo que estamos notando es que por un lado la demanda se ha caído como consecuencia de la recesión interna. El turismo nacional está muy afectado, como el resto de las actividades económicas.

En el caso del hotelería, entre abril de 2024 y abril de 2023 se perdieron 15 puntos, se cayó 15% la ocupación. Si bien en general los meses de abril y mayo tienden a ser meses temporada baja en muchos destinos, está siendo una baja más pronunciada que lo esperado, esto relacionado al turismo nacional.

Y respecto del turismo internacional, el año pasado teníamos una incidencia importante de todo lo que era turismo limítrofe, de los países vecinos, y con la demora en la evolución del tipo de cambio, de alguna en el retraso cambiario, muchas de esas estadías han desaparecido.

Nosotros compartimos un informe la semana pasada donde estimábamos que el poder adquisitivo de los uruguayos, los chilenos, los brasileros entre diciembre y mayo cayó un 30%. Entonces, la sumatoria de los distintos elementos han hecho que nuestra temporada baja hoy sea mucho más pronunciada que lo esperado.

Conversando en Plaza de Mayo con turistas extranjeros que se están moviendo por Buenos Aires, como para tomar un poco el pulso, comentaban por ejemplo unos españoles que les resulta sorprendentemente cara la ciudad.

Claro, por eso digo, si leemos o vemos que el dólar oficial va evolucionando un 2% mensual y el ritmo de la inflación tiene una evolución mucho más alta, está claro que Buenos Aires se va encareciendo día a día con esa diferencia cambiaria.

Es verdad que el año pasado estábamos transitando primero una situación muy especial porque había una gran brecha entre el dólar oficial y el dólar blue. Muchos turistas ya tenían identificada la situación, la verdad que con la tecnología y la comunicación hoy todo el mundo se entera de todo antes de llegar a cualquier lugar.

Sabían que existían oportunidades para vacacionar más económico y entonces la gente tenía realmente una diferencia que se perdió porque hoy la brecha cambiaria entre lo oficial y el blue es mucho menor, pero adicionalmente porque los costos van evolucionando con más cercanía la inflación y no es así lo que le rinden los dólares que traen. Entonces, con eso se les va encareciendo el destino y es parte del mensaje que vamos escuchando en distintos lugares.

Nosotros creemos igual que tenemos que lograr imponer el destino más allá de una oportunidad cambiaría, pero es un desafío porque competimos con muchos otros destinos en el mundo.

¿Cuál es la expectativa entonces? Porque uno imagina también que la interlocución con las autoridades turísticas nacionales puede subsanar o tender algún tipo de puente, pero hay medidas económicas que están muy por encima de la autoridad turística, que son las que marcan las rutas de las que estamos hablando.

Claro, bueno, una de las cosas que nosotros transmitíamos la semana pasada es que la situación es por un lado, que se nos ha caído la demanda y por otro lado, nos están aumentado los costos, especialmente los costos energéticos, que tienen una incidencia muy alta en el tipo de actividad que nosotros desarrollarnos. Y el costo más alto que tiene un hotel, una empresa de servicios como la nuestra son los recursos humanos. Entonces, lo que estamos diciendo es: Nos cayó la demanda, nos subieron los costos energéticos; en algún momento sea se hablaba de la baja en la presión impositiva. Y lo que nosotros necesitamos realmente está en trabajar en eso, en esa baja en la presión impositiva, En encontrar alguna forma de poder generar ya sea disminución de la presión impositiva en costos laborales, vía compensación de impuestos.

Compensar cargas sociales con el IVA o alguna otra variante que haga que la presión en su conjunto disminuya en un contexto que hace complejo para una actividad que, como hablamos fuera de aire, es generadora de empleo es federal y promueve las economías regionales. Como actividad económica necesitamos que nos acompañen y nos ayuden a sostenerla e impulsarla.

En definitiva, dar con una fórmula que permita hacer sustentable el mercado. Nos consta el esfuerzo fenomenal que están haciendo en los destinos, en las provincias, en la interacción público privada. Eso está a la vista, ahora, no alcanza de pronto fraccionar en cuotas, porque las cuotas son paliativos, que de pronto, a algunos, algunas, les resultar bien pero no es el fondo de la cuestión.

Sí, obviamente hay incentivadores a la demanda, como pueden ser la financiación para poder viajar, poder trabajar en políticas de cielos abiertos que generen más oportunidades de conectividad. Todo eso lo vemos muy bien y entendemos que es parte de los cambios que necesitamos para la financiación privada. Digo que los bancos vuelvan a tener esta gestión porque necesitan volver a incentivar la compra en cuotas. Pero el efecto que tiene el incremento de costos y esa presión impositiva hacen que los negocios se analicen en el presente. No tener después de transcurridos cierto tiempo la capacidad para sostenerlos y hacerlos sustentables.

Por Alejandro Delgado Morales