Julio en Tucumán, con la gran Fiesta Nacional de la Feria de Simoca

La edición 44 de la Fiesta Nacional de la Feria de Simoca tuvo una cálida presentación en la Casa de Tucumán en Buenos Aires, en la que una nutrida concurrencia alcanzó a sentir y empezar a saborear la tradicional propuesta que se desarrollará los sábados 6, 13, 20 y 27 de julio con todos los atractivos culturales y populares que destacan a esta cita.

Julio tiene siempre un sabor especial para los tucumanos, y más aún para los simoqueños que se preparan para vivir la 44° edición de la Fiesta Nacional de la Feria de Simoca, el tradicional evento que convoca a miles de visitantes, estimados en este caso de unos 70 mil participantes por sábado.

Se podrá disfrutar en Simoca de una cartelera con artistas de lujo, además del tradicional desfile de agrupaciones gauchas y de más de 50 ranchos de comida y más de 200 puestos de feriantes que ofrecen sus productos.

El anfitrión de la Casa de Tucumán en Buenos Aires, Sixto Terán, hizo una elocuente exposición para magnificar la dimensión de esta Fiesta Nacional, que configura el punto de máxima expresión para unas ferias que se desarrollan en Simoca cada sábado del año.

El intendente Elvio Salazar se detuvo especialmente en el significado de este “punto de encuentro popular”, que permite exponer “las mejores costumbres de Simoca, a la vez que demuestra que hay turismo para rato” en la ciudad         que está ubicada a 50 kilómertros al sur de la capital provincial.

“Es la supervivencia de lo autóctono y cultural. Y es gratuita, no es un producto comercial, tiene por objetivo que el pueblo se integre, disfrute, comercie. Es una auténtica fiesta popular”, destacó el legislador provincial Marcelo Herrera, ex intendente de Simoca en dos ocasiones.

Agregó que en Simoca “se respira tradición, es la ciudad más visitada de Tucumán y hace una fiesta que es única en el país”.

La feria de Simoca es una de las más antiguas y tradicionales de la provincia. Se encuentra a 50 kilómetros hacia el sur de la capital, aproximadamente una hora de viaje en vehículo.

Una fila extensa de ranchos de pajas recibe a los visitantes para ofrecer comidas típicas y regionales: empanadas jugosas, parrillas cargadas de asado, y tamales.

Además, toda una variedad de comidas dulces como el pastel de novia, rosquetes y empanadillas. Sin olvidarnos de los artesanos y los vendedores de tabaco, cuero y chala.