Salta prometió y cumple: enamora también en la FIT de Buenos Aires

“Tan linda que enamora”, aseguran en Salta sobre la provincia norteña que desembarcó en la FIT con “una agenda encantadora” basada en sus tradicionales atractivos y su evolución constante en materia turística, pero con el agregado de exponer también destinos menos conocidos que tienen riquezas por mostrar y compartir. Están presentes desde la tradicional y reconocida ruta del vino más alta del mundo y el Tren a las Nubes, pasando por pueblos colgados de montañas; la cuna del poncho; tesoros arqueológicos; paisajes mágicos, experiencias “silenciosas” y, sobre todo, la calidez salteña por naturaleza.

“Esta primera jornada ha sido un éxito, estamos muy conformes y con las expectativas permanentes de seguir creciendo”, expresó el ministro de Turismo y Deportes salteño, Mario Peña, en diálogo con turismo180grados.

En el contexto del pabellón del Norte argentino, Salta expone los logros de su Plan de Desarrollo Estratégico en curso y su rol en el marco del Ente regional que comparte con las vecinas Jujuy, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero y La Rioja.

También, refiere a su creciente conectividad nacional e internacional, a la vez que dedicará un especial espacio a atractivos municipios como Orán, Cachi, Iruya, Tartagal, Cafayate, Vaqueros, San Lorenzo, Cerrillos, Campo Quijano, San Antonio de los Cobres, Guachipas, La Poma, Seclantás, Salta Capital, San Carlos y Coronel Moldes.

 

  • Fanáticos del vino:

La ruta del vino más alta del mundo incluye a Cachi, Cafayate, Seclantás, Molinos, La Viña, San Carlos, Angastaco, Animaná y Payogasta, lugares donde los paladares están de parabienes.

Cachi, por ejemplo. tiene un terruño a más de 2.400 msnm. donde se producen vinos exquisitos, como resultado de las condiciones ambientales del Alto Valle Calchaquí. Cerca del sol, se hacen presentes destacadas bodegas que elaboran vinos de gran expresión frutal, color y tipicidad varietal.

Por su parte, Cafayate cuenta con la mayor concentración de bodegas. La amplitud térmica de la zona y la composición del suelo favorecen las características organolépticas propias con una alta concentración de aromas, sabores y colores. Se destaca el vino Torrontés por su intenso aroma y sabor frutado.

  • El Tren a las Nubes y la Madre Tierra:

Es uno de los atractivos icónicos de Sudamérica, y un imperdible a la hora de visitar Salta. Actualmente Campo Quijano, con su propia impronta, es punto de parada fotográfica en el nuevo servicio Tren Bus, donde los visitantes pueden disfrutar de su paisaje. Estos son recibidos por artesanos locales en la estación de trenes del pueblo y en el Viaducto.

Desiertos, montañas y salares rodean también a San Antonio de los Cobres, paisaje que transita el Tren a las Nubes y en donde la Puna se manifiesta en toda su inmensidad. También, a la ciudad se la considera un “lugar mágico” y el aspecto distintivo de esta localidad está vinculado directamente con la llegada del ferrocarril General Belgrano a la Puna Salteña, marcando un antes y un después. Vale destacar que en Cobres es el lugar donde se celebra cada año en agosto, la Fiesta Nacional de la Pachamama, Tierra Madre.

  • Aceite de ricino y una diversidad de paisajes en un amplio territorio casi virgen:

Producto que se consumen a diario en distintos formatos, pero cuyos orígenes se conocen poco.

La ciudad de Tartagal se llama así por la gran cantidad de plantas de tártago que tiene la zona, con cuyas semillas se produce el aceite de ricino. Centro de extracción petrolera, gasífera y maderera.

Asimismo, la ciudad cuenta con un nutrido calendario turístico, religioso y cultural. Los cerros, el monte, el arroyo y la exuberante naturaleza son testimonio de la armonía del universo y de la belleza inconmensurable del lugar.

  • Pueblos históricos repletos de magia y misterios:

Para aquellos aventureros, hay múltiples propuestas en Salta que hay que tener en radar para conocer: San Carlos, el pueblo más antiguo de Salta; La Poma, un pueblo detenido en el tiempo. Los Graneros de la Poma, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO; Guachipas, donde se puede conocer uno de los tesoros arqueológicos más importantes de América.

También Iruya y su fantástico pueblo “colgado de la montaña” y San Ramón de la Nueva Orán, la última ciudad fundada por los españoles para reforzar el nexo entre Salta y la ciudad boliviana de Tarija. Tierra verde y frondosa, la majestuosa selva.

  • Naturaleza, artesanías y gastronomía en su máximo esplendor:

Vaqueros es uno de los lugares más populares para comprar artesanías salteñas, de gran diversidad y calidad.  San José de los Cerrillos, un pueblo que combina lo moderno con lo tradicional. Los trabajos en cuero, alpaca y madera son los más destacados en la zona, se puede conseguir tallados, muebles y lámparas. En tejido se destacan macramé y telares. Hay trabajos en cerámica y también en cestería.

La cuna del poncho salteño es la ciudad de Seclantás. Y Salta Ciudad que cuenta con más de cuatro siglos de historia. Se disfruta de día y de noche con su amplia oferta de platos típicos. Asimismo, Villa San Lorenzo se destaca por su gastronomía, biodiversidad y microclima que permite desconectar de la rutina y conectar con la naturaleza. Coronel Moldes, un lugar ideal para disfrutar de vacaciones divertidas. Rafting, canopy, bungee jumping, motos de agua son algunas de las actividades para hacer en el Dique Cabra Corral y en el río Juramento