“Con gusto”, Santa Marta embellece al caribe colombiano
Santa Marta ilumina al mar Caribe con su belleza natural y su frondosa historia, pero más aún por su gente. En el departamento de Magdalena, al norte de Colombia, se prepara para celebrar en 2025 sus 500 años de vida al empuje de mucho trabajo, simpleza de acciones, pasión por el fútbol y algo así como una sonrisa samaria permanente.
En el recorrido de turismo180grados se mixturan sin orden alguno las imágenes del libertador Simón Bolívar (fallecido en la Quinta de San Pedro Alejandrino en 1830) y el recordado futbolista Carlos “el pibe” Valderrama. Anécdotas, tradiciones, turistas de todos los colores y ausencia de stress.
Tiene un puerto muy activo, que también fue el primer asentamiento español en Colombia. Es la vía de acceso para indispensables excursiones al Parque nacional natural Tayrona y para los recorridos guiados de varios días por el sitio arqueológico de la Ciudad Perdida (Teyuna) en la Sierra Nevada de las montañas de Santa Marta
Cada calle del centro histórico propone algo para conocer y sus playas de aguas cálidas ofrecen placer y en algunos casos la posibilidad, al caer la tarde, de poder compartir el artesanal trabajo de pescadores que a fuerza de redes traen a la costa todo tipo de pescados, que consumen y ofrecen para vender.
Precisamente el casco urbano está entre la Sierra Nevada de Santa Marta y el mar Caribe, y el parque Tayrona se encuentra bajo su jurisdicción. Entre sus atracciones culturales e históricas se destacan la Casa de la Aduana, la Catedral Basílica, la Biblioteca Banco de la República, el Seminario San Juan Nepomuceno, el Paseo Bastidas, la plaza de Bolívar y el parque Los Novios.
La Quinta de San Pedro Alejandrino para quien disfruta de la historia es un punto de sumo interés y se recorre con amables guías que son estudiantes locales. Sorprende ver e imaginar la dimensión alcanzada por Bolívar.
El Rodadero es uno de los principales destinos de playa de la zona, principalmente por su fisonomía clásica de un balneario de amplio acceso y diversidad de propuestas.
- El Pibe Valderrama
El Pibe Valderrama formó parte de la generación dorada del fútbol colombiano entre 1987 y 1998, en compañía entre otros de René Higuita, Freddy Rincón y Faustino Asprilla, y sus raíces permanecen intactas en Santa Marta.
Pues precisamente es la razón por la que frente a un viejo estadio Eduardo Santos) que lo vio jugar emerge una estatua como emblema de los samarios e ícono turístico por propio peso.
El Pibe Valderrama siempre destacó por su talento y su abundante y rubia cabellera enrulada, y en la estatua de 6 metros realizada en bronce su cabello está hecho hebra por hebra con un total de 3.500 piezas de bronce enroscado. Fue esculpida por Amilkar Ariza quien no dejó de lado ningún detalle del rostro del reconocido futbolista.
El fútbol en Santa Marta se respira en cada esquina. El fútbol es una parte fundamental de la historia de este barrio desde su fundación, pero aún más ya que de aquí son grandes estrellas de este deporte, además de Valderrama, Radamel Falcao y el “Pitufo de Ávila” que nacieron, crecieron y aprendieron a amar el fútbol en estas calles.
- En las playas
Numerosos e ingeniosos vendedores forman parte del paisaje ¿Pueden molestar? Pueden, un poquito en todo caso. Pero realmente exponen sus artesanías o servicios de reflexología con tanto respeto y esmero, que entablar un diálogo o interactuar permite tener una mirada desde otra perspectiva sobre Santa Marta.
“Hola, soy Facundo Arana”, tira un artesano de piedras detectando tonada argentina y ahí abrió a un diálogo que comenzó con risas y terminó con risas. El fútbol, el clima, de todo un poco para amenizar el momento. Y su sonrisa no se inquieta si finalmente no hay una compra por medio.
“Estos collares tienen wi fi”, se acerca otro personaje a un grupo de turistas que tenían los ojos clavados en sus celulares. Y así…
Resulta común el servicio de masajes principalmente de pies, a cargo de mujeres de dedos poderosos. Caso de Hilda, una morena de 43 años que lleva 16 años recorriendo la arena y cuenta con orgullo que sus tres hijos están “encaminados” en el estudio y en la vida.
“¿Son de la tierra de Messi?” pregunta un cuarentón vendedor de sombreros con una gran sonrisa, como la térmica de 47 grados le hiciera cosquillas.
La admiración por el capitán del seleccionado campeón del mundo es otro común denominador. Notable.
- Irotama
“El hotel verde por naturaleza”, Irotama Resort ofrece a sus huéspedes 5 piscinas, siendo la central una de las más espectaculares del Caribe colombiano; un kilómetro de playa limpia, descongestionada y segura para gozar de un plácido descanso frente a las inmensas y tranquilas aguas del Caribe, atardeceres dorados y suaves brisas provenientes de la Sierra Nevada, y una multiplicidad de servicios a tono de las máximas exigencias.
Pero hay un valor central por sobre la infraestructura y los servicios, por sobre la belleza natural, y se trata de quienes sostienen la infraestructura, brindan los servicios y protegen la belleza natural: Personas que derraman tanta amabilidad y buena predisposición que no dejan de sorprender.
Se puede imaginar que la línea para el personal fijada por la empresa esté orientada a atender con suma cordialidad a los turistas, pero también se puede coincidir en que por más línea que se fije, si cada persona no hace su trabajo “con gusto”, se notaría con facilidad.
El gran mérito y atractivo del Resort Irotama es la hospitalidad.
- Colombia, del país de la belleza
Sí, así como se lo expone, Colombia tiene esa diversidad natural, cultural e histórica que invita a visitarlo. El caso de Santa Marta es un rincón de placer que permite mirar al mundo con los pies en la agradable arena, la tonada cadenciosa de voces amigas y la inmensidad de la naturaleza.
Por Alejandro Delgado Morales