Pedro Ríos, Tamborcito de Tacuarí que sigue sonando en Corrientes

Por Alejandro Delgado Morales
Un niño héroe que año tras año es especialmente recordado en Corrientes por la gran página que escribió en la historia: Pedro Ríos, que se ubicó en el reconocimiento general como el “Tamborcito de Tacuarí”. Caminar las calles de Concepción Yaguaré Corá (“corral del yaguareté”, por la cantidad de estos felinos que otrora poblaban la región) es impregnarse de su rol en el ejército comandado por el General Manuel Belgrano en la campaña al Paraguay. En la plaza principal, en el Museo, en diferentes rincones del amigable poblado del norte correntino se mantiene vivo su hermoso recuerdo.
En agosto de 1810 la Primera Junta dispuso el envío de una expedición militar al Paraguay con el fin de respaldar a la facción que apoyaba la revolución. Se determinó que un recudido contingente alcanzaría y ordenaron Belgrano, por entonces vocal de la Junta, estuviera al frente.
Los registros indican que unos 200 hombres se alistaron desde la guarnición Buenos Aires, con efectivos del cuerpo de Granaderos y Pardos, jinetes de la Caballería de la Patria, algunos Blandengues de la Frontera, Blandengues de Santa Fe y milicias del Paraná.
Esa expedición auxiliadora al Paraguay pasó entonces por el pueblo de Yaguareté Corá el 26 de noviembre de 1810. Belgrano lo primero que hizo fue entrar a la capilla a rezarle a la imagen de San Francisco de Asís, patrono del pueblo. A la salida, había gente que lo esperaba. Todos querían conocerlo y algunos deseaban incorporarse a su ejército. Entre ellos el niño Pedro Ríos.
Pedro había nacido en el pueblo en 1798 y Belgrano se negó inicialmente a sumarlo a su ejército. Hasta el momento en que medió su padre, un maestro rural.
Se le otorga al padre haber afirmado lo siguiente: “No solo doy mi consentimiento, sino también ruego que lo acepte, porque yo con mis 65 años de existencia soy un hombre anciano y la entrega de mi hijo es la única ofrenda que puedo hacer a la Patria”.
Fue entonces que Belgrano accedió y lo puso a las órdenes de Celestino Vidal, un capitán que ya había descollado en las invasiones inglesas y que acarreaba problemas de visión. De tal forma, el niño pasaba a ser el acompañante del militar, oficiando como sus ojos en el camino.
El transcurso de la campaña, cuentan en el pueblo, encontró a Pedro aprendiendo a usar el tambor y poco a poco a tener más y más relevancia ejerciendo un acompañamiento y hasta guía para el momento de iniciar un combate.
El 19 de diciembre de 1810 fue el combate de Campichuelo, una pequeña victoria de Belgrano, cuando su ejército cruzó el Paraná desde Candelaria. Un puñado de sus soldados puso en retirada a otro reducido grupo de paraguayos que estaban en la otra orilla. Así ese ejército auxiliador ingresó a territorio paraguayo.
El niño vivió la guerra de cerca el 19 de enero de 1811 en la batalla de Paraguarí, también conocida como batalla del Cerro Porteño, a unos 70 kilómetros de Asunción. En el lugar había un antiguo complejo jesuita con iglesia y colegio. En esa ocasión, Pedro se mantuvo en la retaguardia, mencionan los relatos históricos.
Hasta llegar al 9 de marzo a Tacuarí, también conocido como Río de las Tacuaras, donde Pedro Ríos se topó con la muerte en el combate. Y llegado a estos tiempos, se estableció esta fecha como el Día del Niño Correntino.
La fecha, instaurada por la Ley Provincial Nº 5.988 de 2011, tiene el objetivo de no olvidar a un valiente personaje de la historia de Corrientes.