Acciones, estrategias y la realidad en el sector turístico nacional

El cierre del período de vacaciones de invierno en la Argentina habilita balances desde distintos ángulos: Datos, porcentajes, promedios, impacto económico. Pero quedó claro que el turismo no es una isla en el contexto del duro escenario de la economía en el país. Por eso, parece mejor destacar los esfuerzos, estrategias y despliegue tanto de responsables provinciales, distritales y del sector privado para ponerle el pecho a la situación, que querer enmascarar la actualidad.

La única verdad es la realidad y esta realidad expone bolsillos magros para una gran parte de la población, que debe hacer finas cuentas para determinar dónde direccionar sus pesos. Y sin el añorado programa PreViaje, entre otros cambios experimentados en el sector turístico nacional, los resultados quedaron a la vista.

Distintas voces del sector turístico privado hicieron públicos diversos problemas generados por los efectos de la política económica y señalaron que por más pericia que haya en las provincias y los municipios, la falta de compromiso profundo del Estado nacional impacta negativamente.

Un recorrido por la Argentina turística con foco en quienes deciden permitió observar cómo administraron presupuestos en procura de sostener acciones de promoción, esquemas de atractivos y diseñar soportes para mantener activos los circuitos turísticos, de manera que las fuentes de trabajo no corran más riesgos de los que de por sí ya corren por efecto de la onda expansiva nacional.

Principales protagonistas del sector vienen compartiendo en privado diferentes niveles de preocupación por lo que viene, por meses que anuncian más ajustes y más tarifas infladas. Y activan mecanismos locales y regionales.

Es entendible que predomine un esmero por debatir de puertas hacia adentro, en general, y que hacia afuera se exponga confianza u optimismo. Pero está dicho que la realidad está a la vista.

Por Alejandro Delgado Morales