El Poncho con 40 mil personas bailando con Damián Córdoba

Una multitud de 40 mil personas celebró a puro ritmo cuartetero la presentación del catamarqueño Damián Córdoba en El Patio del Poncho, en la tarde noche del jueves. Con su carisma intacto y una energía arrolladora, el cantante hizo vibrar a grandes y chicos al ritmo de sus éxitos más coreados: “Te pido que la dejes”, “Ya no siento nada”, “Tu peor enemigo”, “Y qué tal”, entre otros hits que marcaron su trayectoria.
“Estoy en mi casa, estoy en Catamarca, estoy en mi tierra. Y es un orgullo muy grande para mí, en estos casi 25 años que voy a cumplir con el cuarteto, estar hoy ante este marco de público, ante la familia que ha venido a verme”, expresó emocionado Damián, quien se mostró agradecido con el público y los medios de su provincia natal.

Uno de los momentos más emotivos fue la participación de su hijo, Máximo, que lo acompañó en escena tocando y cantando los temas favoritos del público. Además, Damián recordó con gratitud a tres grandes referentes del cuarteto que marcaron su camino: Walter Olmos, Rodrigo y La Mona Jiménez (será quien cierre la Fiesta Nacional del Poncho el próximo domingo).
Una tarde con artistas para todos los gustos
Desde temprano, el Patio fue recibiendo a un público diverso que disfrutó de una nutrida cartelera artística. El Ballet Alma de Horizonte, de Fray Mamerto Esquiú, abrió la jornada con una destacada puesta en escena. Luego, el romanticismo de Alberto Harón, seguido por el jazz y blues de Natalia Brizuela César, aportaron a la variedad musical de la tarde.
El folklore volvió al escenario con Jomaray y la participación especial de la Delegación del Departamento Ancasti. Más tarde, el rock se hizo presente con la banda local Calibre Rock, que sorprendió al público con una colaboración junto al joven artista Stigma, interpretando un tema homenaje a Walter Olmos, y dedicado a los chicos de la calle.
La jornada continuó con la energía deMagui Leiva, Sapitos Forever y Va de Una, que fueron preparando el clima para la gran fiesta final. El Patio del Poncho, una vez más, se convirtió en un espacio de encuentro, identidad y música compartida, en una noche que quedará grabada en la memoria de todos.