Nahuel Pennisi, Turf, Cristian Herrera, el Poncho a todo color

El joven artista Nahuel Pennisi se ganó el corazón del público del Patio del Poncho en la tarde-noche del sábado 26 de julio, con una presentación que fue creciendo en intensidad y emoción. Comenzó con chacareras bien populares, fiel a sus raíces folklóricas, y luego sumó baladas y canciones de otros géneros, como cumbias y carnavalitos, en un repertorio que reflejó su gran versatilidad artística. Como no podía ser de otra manera, cerró su show con Universo paralelo, que el público cantó y bailó con gran entusiasmo.

“Estoy muy contento de estar en este festival que crece año tras año. Es muy especial para mí, porque es la primera vez que me presento en este Patio que tiene un espíritu muy parecido al patio de nuestra casa, con la familia y los amigos”, expresó emocionado.

Nahuel recordó que la Fiesta del Poncho fue una de las primeras en confiar en su talento, allá por el año 2012: “Significa mucho estar en esta fiesta porque la quiero mucho. Fue una de las primeras que me dio una oportunidad y volver una vez más es muy especial. El público de Catamarca tiene una recepción muy cálida con el folklore”.

El artista también valoró la apertura musical que caracteriza al festival: “Me parece perfecto que los festivales folklóricos incorporen artistas de otros géneros, sin olvidar las tradiciones populares y las raíces que hicieron crecer un festival como este. Estamos en un momento de mucha apertura musical, donde es más fácil ver estos cruces entre géneros y artistas. Es importante lo que uno puede aprender del otro”.

A pesar del frío, las familias coparon el Patio desde temprano para disfrutar de una cartelera variada y de alto nivel. La jornada comenzó con la presentación de los Caporales San Simón Oruro, filial Catamarca, seguidos por Carla Romero y el grupo El Algarrobal.

La Banda de Música de la Municipalidad de la Capital tuvo una participación especial con un emotivo homenaje a Walter Olmos, junto a la voz de Adrián Luna interpretando sus temas más emblemáticos.

También se presentaron Lau Aroca Jazz Band y la Delegación Departamental de El Alto, que ofreció un cuadro tradicional de música y danza. Aisha Yoma, joven cantante de proyección nacional, abrió su presentación con una canción dedicada a los trabajadores y trabajadoras, incluyendo en su repertorio obras de Lucas Piedras y Jacinto Piedra.

Desde Belén, el grupo Herederos desplegó todo su talento en un show que combinó folklore tradicional con composiciones propias, como su chacarera Ausencia, que ya suena fuerte en los escenarios provinciales. Con voces firmes y presencia escénica, Ariel y Santiago van marcando el camino de una nueva generación de artistas del interior profundo.

Antes del cierre de la noche, MBM Dance sorprendió con una colorida puesta de danzas urbanas, bajo la dirección coreográfica de Jamile Córdoba y Martín Mattus, de Valle Viejo.

Una vez más, el Patio del Poncho fue el espacio donde confluyen las raíces, la renovación y la emoción de un público que, noche tras noche, celebra la cultura catamarqueña en todas sus formas.

 

La banda rockera Turf y el folclorista salteño Christian Herrera, cada uno con su estilo y su impronta, conquistaron a una multitud que se dio cita en las instalaciones del Predio Ferial Catamarca la noche del sábado, en la penúltima luna de la 54° edición de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho.

La banda encabezada por el vocalista y compositor Joaquín Levinton había generado amplias expectativas por su arribo al Poncho. Se trataba de su debut y, claramente, no defraudaron y dejaron ese sello musical que los ha transformado a lo largo de años en referentes de la música rockera en el país. Canciones como “No se llama amor”, “Yo no me quiero casar”, “Pasos al costado” y “Lamento boliviano” fueron parte de un repertorio con el que rápidamente establecieron una conexión con el público catamarqueño, que cantó cada una de sus melodías. Y, por supuesto, todas las voces se conjugaron al unísono al momento en que se ejecutó “Loco un poco”.

“Nos llevamos un hermoso recuerdo” dijeron en agradecimiento a la invitación a ser parte de la mayor fiesta cultural de los catamarqueños. Casi dos décadas después y reivindicando siempre la fuerza del rock argentino, Turf presentó en la Fiesta del Poncho una propuesta efervescente, con una buena dosis de psicodelia pero conservando también el poder de su espíritu catártico. Miles de catamarqueños disfrutaron del gran e inolvidable show en el Escenario Mayor.

 

Sus clásicos como “Tu Poeta”, “Yo no te merezco”, “Manos de tijera” y “Mil Preguntas” fueron las más aplaudidas, lo que mantuvo el clima festivalero en alto. Fiesta total de la mano de una de las figuras que más proyección  encuentra en la escena nacional del cancionero tradicional argentino.

La penúltima noche de Poncho, la del sábado 26 de julio, contó con la siempre valorable propuesta tanguera y que, esta vez, estuvo a cargo de la Compañía Destino Tango y la exquisita voz que promueve en cada presentación la principal referente de la música ciudadana en Catamarca, Nena Herrera.

Las melodías y canciones folclóricas quedaron en mano de la siempre convocante formación belicha de Los Hilos del Viento, que con su ritmo andino y sus instrumentos de viento aportaron un grato momento que el público agradeció y valoró con extensos aplausos. Similares puestas en escena aportaron la joven pomanista Fernanda Cruz y la destacada propuesta de María Paula Godoy, con el acompañamiento en guitarra de Juan Martín Angera.

El joven violinista chumbichano Germán Fuentes aportó su arte a una noche especial del Poncho, renovando sus credenciales y transformándose en una de las expresiones artísticas con mayor proyección que posee el folclore catucho. Los cuadros de danzas estuvieron a cargo del reconocido Ballet Folclórico del Instituto Rubinstein y la Academia de folclore El Malambo, demostrando talento, jerarquía y mucho trabajo.

Durante la noche también se realizó un reconocimiento al locutor Claudio Veracruz por haber formado parte de la conducción del escenario del Poncho por muchos años.